Mediodía imbuido del espíritu musical. La calle arrastra tras de sí a cláxones y martillos neumáticos. El edificio derruido de cénit a fénix.
El grabado en el dólar antiguo de plata resalta una máquina a vapor de MZA de 1928.
Un aquelarre con hoguera y diablos donde se funden yerbajos y latas de callos oxidadas.
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